
21 de Febrero.- Una revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que bajo la gestión de Zoé Robledo Aburto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) incurrió en irregularidades multimillonarias en la contratación de servicios de estudios clínicos y de anestesia en sus unidades médicas, marcadas por licitaciones amañadas, pagos sin comprobar y proveedores que incumplieron con la entrega de máquinas, personal e insumos.
El reporte dejo en claro que de los 5 mil 750 millones de pesos que el IMSS erogó por este concepto en 2023, el organismo fiscalizador determinó mil 226 millones de pesos por aclarar, es decir, más de uno de cada cuatro pesos gastados.
La ASF señaló particularmente los incumplimientos de una empresa proveedora de máquinas y servicios de anestesia, llamada CBH+ Especialistas en Innovación Médica, que ganó una licitación de 3 mil 984 millones de pesos en septiembre de 2023, pero no entregó las máquinas o el personal contratado en varias unidades del IMSS, lo que obligó los médicos a operar a los pacientes con “recursos propios”.
Los auditores disgregaron los recursos que el IMSS destinó a estos servicios, y elaboraron un informe de auditoría de 240 cuartillas, que tiene el mayor número de acciones en su revisión de la Cuenta Pública 2023: 19 pliegos de observaciones, 16 promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria, 10 recomendaciones y 4 solicitudes de aclaración.
Con el argumento de proveer un servicio eficiente a sus derechohabientes y combatir el rezago quirúrgico, el IMSS subcontrata a empresas privadas los “servicios médicos integrales de estudios de laboratorio clínico y de anestesia”; a cambio, los proveedores ponen los insumos necesarios –máquinas, personal, medicinas y dispositivos médicos– y realizan los actos médicos a petición de las unidades médicas del IMSS.
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