
La primera actriz mexicana Silvia Pinal, llamada la última diva de la época de oro del cine mexicano, murió este jueves a los 93 años. Es recordada por haber compartido créditos con otros grandes actores como Cantinflas, Tin Tan y Pedro Infante, y por haber protagonizado la cinta de Luis Buñuel “Viridiana” que fue laureada en Cannes.
Días antes, sus familiares informaron que estaba hospitalizada pero estable por afecciones de una infección en vías urinarias, aunque en sus últimos años también padeció COVID-19, neumonía. En 2020 debió someterse a una cirugía de cadera tras sufrir una caída.
Pinal tuvo una carrera de más seis décadas en las que apareció en más de 60 películas producidas en México, Argentina, España e incluso Estados Unidos. A partir de la década de 1960, comenzó su igualmente prolífica carrera televisiva, con programas como “Mujer casos de la vida real” y “Silvia y Enrique” y las telenovelas “El privilegio de amar” y “Soy tu dueña”.
A la par de su faceta como actriz, sobresalió como productora teatral, incursionó en la política y fue líder de la Asociación Nacional de Actores entre 2010 y 2014.
Estableció una dinastía de mujeres dedicadas al arte y sus hijas Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán emprendieron exitosas carreras en el teatro y en la música, respectivamente.
Asimismo, fue abuela de la cantante y actriz Stephanie Salas, de la modelo y empresaria Frida Sofía, y bisabuela de la modelo Michelle Salas (la hija primogénita de Luis Miguel).
En 2022 el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de México le realizó un homenaje con cine, teatro musical y un show digno de una gala de televisión.
Pinal nació en Guaymas, en el estado de Sonora, el 12 de septiembre de 1931. Su familia se mudó a la Ciudad de México cuando ella todavía era pequeña. Comenzó su carrera como actriz a muy temprana edad en el teatro y la radio. A los 17 años obtuvo su primer papel en la película “Bamba” (1948) de Miguel Contreras Torres.
Su voz ronca y su atractivo físico la colocaron rápidamente como una estrella a pesar de su corta edad. Al año siguiente ya estaba actuando con Cantinflas en “Puerta, joven” y con Tin Tan en “El rey del barrio”.
En esos primeros años también compartió créditos con Marga López, en “Azahares para tu boda” de Julián Soler, y con Pedro Infante en “La mujer que yo perdí”, de Roberto Rodríguez.
Se casó a los 17 años con el productor Rafael Banquells, con quien tuvo un año más tarde a Sylvia. Pero se divorciaron en 1952, cuando Pinal obtuvo su primer premio Ariel a la mejor coactuación por “Un rincón cerca del cielo”, en la que volvió a coincidir con Infante.
Su papel en “Un extraño en la escalera” (1954) al lado de Arturo de Córdova la convirtió en una de las favoritas del público en la década de 1950, cuando recibió dos Ariel más por su trabajo en “Locura pasional” (1955) y “La dulce enemiga” (1956).
Con el director argentino Tulio Demicheli su carrera dio un giro aún más sensual y se consagró como mujer fatal, con títulos como “Préstame tu cuerpo”, “Una golfa” y “Desnúdate Lucrecia”, todas estrenadas en 1958. Tan exitosa fue su colaboración, que Pinal y Demicheli decidieron mudarse a España para ampliar sus carreras.
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